Las condiciones que ha de cumplir dependen en gran parte del uso a que se le destine, el agua potable debe ser limpia, sin color ni olor, y de un sabor agradable. Ha de contener pocas sustancias disueltas y pocas materias en suspensión. En particular estar libre de bacterias de manera que no contenga más de diez colibacilos por litro. Pero eso no significa que el agua para beber tenga que ser estéril. La pureza deseable puede lograrse en buena medida, siempre que no esté demasiado contaminada, dejándola que sedimente, filtrándola y tratándola con cloro. En casos de epidemia se recomienda hervir el agua de beber, por regla general, las aguas subterráneas han sido suficientemente filtradas en su recorrido y si algún inconveniente tiene es que resulta tal vez demasiado duras. Por agua dura se entiende aquella con demasiada proporción de sales disueltas. Se atiende en particular a las sales de calcio y magnesio y también de hierro. El agua dura tiene inconvenientes tanto en el uso doméstico como el industrial y la demasiado dura no es buena para el organismo.
fuente: (Enciclopedia básica planeta)
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